2024-12-04
Primero, es importante comprender los diferentes tipos de acero inoxidable. No todo el acero inoxidable se crea igual, y algunos acabados son más susceptibles a rascarse y dañar que otros. Por ejemplo, un acabado cepillado es más propenso a los rasguños y debe limpiarse con cuidado para evitar daños. Por otro lado, un acabado pulido es más resistente a los rasguños y se puede limpiar de manera más agresiva.
Si no está seguro de si su acero inoxidable puede manejar o no una almohadilla de fregado, lo mejor que puede hacer es probar primero un área pequeña e discreta. Use un limpiador no abrasivo y una esponja suave para limpiar el área, luego secarla e inspeccionar cualquier rasguño o daño. Si la superficie parece ileso, es probable que sea seguro usar una almohadilla de fregado.
Al usar una almohadilla de fregado en acero inoxidable, es esencial usar la técnica correcta. Comience mojando la superficie con agua tibia y aplicando un limpiador no abrasivo. Luego, use la almohadilla de fregado para fregar suavemente el área, trabajando en un movimiento circular. Es crucial evitar fregar demasiado fuerte o usar movimientos de ida y vuelta, lo que puede causar rasguños. En su lugar, use un toque ligero y deje que la almohadilla de fregado haga el trabajo.